Aunque pienses que la presión arterial alta o hipertensión es un asunto de los adultos, la realidad es que muchos niños actualmente sufren de hipertensión, lo cual los pone en riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares de forma prematura. La mala alimentación y la epidemia de obesidad contribuyen principalmente a la presión arterial alta en la infancia.
El estilo de vida sedentario y el ritmo de vida rápido que hacen que muchas familias coman comida chatarra, son los culpables de que actualmente muchos niños padezcan de una condición que, por lo general, se asocia con las personas adultas: la hipertensión o presión arterial alta.
De acuerdo a datos publicados por la Asociación Americana de Pediatría, se estima que cinco de cada 100 niños tienen una presión arterial más alta de lo normal, aunque menos de 1 en 100 tienen hipertensión significativa.
No obstante, un estudio realizado recientemente por unos investigadores de la Universidad de Harvard que analizó a más de 3,200 niños entre los 8 y 17 años, dice que el riesgo de que los adolescentes estadounidenses tengan presión sanguínea alta aumentó en un 27 por ciento en un período de 13 años. Este aumento va de la mano con el aumento de la obesidad y el consumo de sal, que también se incrementó.
Es probable que por esa misma razón también las tasas de los accidentes cerebrovasculares entre los niños hayan aumentado en los últimos años, pues la hipertensión es un factor de riesgo importante para que se presenten.
Ante este panorama, ¿qué se puede hacer? Principalmente, observar los hábitos alimenticios para ajustar la dieta y aumentar la cantidad de ejercicio que hacen los niños.