El gobierno haitiano anunció que instalará dos centros en la frontera con República Dominicana para recibir a los haitianos que viven de manera irregular en este país y que serán deportados cuando venza el plazo del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.
El ministro haitiano de Comunicación, Rotchild François Jr., dijo en conferencia de prensa en Puerto Príncipe, que los centros de hospedaje estarán ubicados en las localidades de Juana Méndez, frente a Dajabón, y Malpasse, cerca de Jimaní.
El gobierno dominicano ha insistido en las últimas semanas que deportará a los indocumentados que residan aquí y que no se hayan acogido al plan de regularización.
François también informó que alrededor de 60,000 pasaportes ya están disponibles para ser entregados a la Oficina de Inmigración, que debe cubrir parte de la demanda del documento por parte de inmigrantes haitianos indocumentados requerido en República Dominicana para poder acogerse al programa de regularización.
Haití llevó a cabo la pasada semana su primera reunión multisectorial convocada por el Ministerio de Asuntos de Haitianos Residentes en el Extranjero (Mhave en francés), para fijar un plan de contingencia y permitir deportaciones coordinadas y en condiciones humanas de los repatriados, según destacó la prensa local.
Tras las presiones de inmigrantes haitianos y como consecuencia de las fallas en su aplicación, el gobierno de Haití pasó a la Cancillería de su país el manejo del plan y redujo el costo de la dotación del documento de identidad de 2,500 a 1,000. El pasado mes dos oficinas en Santiago y Barahona reforzaron la que funciona en Santo Domingo.
La meta prevista era de identificar a 200,000 personas, pero según Supplice sólo 52.000 haitianos indocumentados que viven en República Dominicana figuran en la actualidad inscritos en el programa, de los que apenas 2,000 han recibido su pasaporte y otros 15,000 su tarjeta de identificación nacional.
El canciller Andrés Navarro expuso esta semana que el país no realizará “deportaciones masivas” tras concluir el plazo del plan de regularización de extranjeros, y señaló que las preocupaciones con respecto a ese asunto “son infundadas”.
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