Karam resaltó que no existe evidencia alguna de que los 43 estudiantes formaran parte o auxiliaran a algún grupo CRIMINAL.
Durante la rueda de prensa se mostraron fotografías de los restos calcinados hallados durante la investigación y varios extractos de los videos con las confesiones. En particular, los sicarios detenidos confesaron haber detenido a "43 o 44" personas y relataron cómo fueron quemados los cadáveres y como intentaron a deshacerse de los restos. Algunos estudiantes fueron quemados vivos.
Los estudiantes fueron detenidos por policías, pero entre la ciudad de Iguala y el municipio de Cocula, los policías se los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, que quemaron los cuerpos de los estudiantes en el basurero del municipio Cocula durante más de 12 horas, arrojándoles llantas, gasolina, leñas, etcétera.
Durante una reunión mantenida previamente con los padres de los estudiantes desaparecidos, Karam reveló que fueron halladas bolsas, presuntamente con sus restos calcinados. Más tarde, explicó en rueda de prensa que debido al alto nivel de calcinación de los restos resultará muy difícil realizar análisis de ADN. Sin embargo, la investigación quedará abierta hasta que se identifiquen los restos. Hasta este momento, los estudiantes seguirán siendo considerados como desaparecidos. Por la misma razón la PGR no comprueba oficialmente que los restos hallados eran de estudiantes.