Pages

70

.

Labels

jueves, 9 de enero de 2014

Revista, 20 veces más cara en mercado negro


La costumbre de los dominicanos de dejar todo para último y el burocratismo existente en las oficinas públicas ha beneficiado al mercado negro, mediante el cual han hecho su agosto, vendiendo la revista de motor  que otorga la Dirección General de Tránsito Terrestres (DGTT), del  Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), veinte veces más cara.


El documento tiene un costo de RD$45; sin embargo, en el mercado negro se vende a RD$500 y RD$1000 pesos, dependiendo de la desesperación del comprador y la kilométrica fila que le evitaría hacer.

La revista consiste en una revisión técnica del vehículo para comprobar si  tiene  las luces, gomas, espejos, carrocería y parabrisas en buen estado, con lo cual se le confiere el derecho a transitar en las vías públicas.

Los conductores de la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional que no han obtenido su revista se concentran en los alrededores del Estadio Quisqueya, a fin de obtener su revisión. Algunos contribuyentes se quejaron de que hubo poca publicidad para promover la adquisición del documento, pese a que hace tres meses se advirtió  sobre la fecha límite por medios televisivos y radiales.

Concluido el tiempo establecido para conseguir la revista, el MOPC  concedió una prórroga hasta el 7 de enero; pero, debido a la gran cantidad de conductores que a la fecha no han podido obtener el documento, se extendió el plazo hasta el 31 del presente mes. Asimismo se adicionaron nuevos puntos, ya que según el ministro de dicha cartera, Gonzalo Castillo, es de interés dar tranquilidad y paz a los ciudadanos en el proceso.

Los  reclamos de muchos choferes  contra la DGTT  fue que no habilitó carpas en Plaza Lama, de la 27 de Febrero, esquina Winston Churchil; Carrefour, Megacentro, en la carretera Mella, esquina San Vicente de Paúl, como acostumbraba años anteriores.

Ante este panorama, muy bien aprovechado por el mercado negro, habría que preguntarse ¿Quién está detrás de ese negocio? y ¿cómo la compran sin llevar vehículo? Además, ¿quién chequea  los  automóviles  que adquieren la revista de forma ilegal? ¿Cuánto está dejando de percibir el Estado?

Tal como dice el dicho: “En mar revuelto, ganancia de pescadores”. Pena del dominicano que nunca aprende…