El hombre, de apellido Macotelo y de 29 años, convivía hace año y medio con la mujer, de apellidos Obando Zúñiga, de 27 años, en una vivienda en el poblado de Huacas, a unos 210 kilómetros en el noroeste del país.
El sábado anterior el sujeto habría enviado una fotografía a la hermana de su pareja mediante el sistema WhatsApp, junto a mensajes en los que confesaba que la había matado dentro de la casa y que estaba arrepentido.
En la imagen se podía ver a la mujer acostada boca arriba en una cama, aunque sin signos de violencia, detallaron varios medios locales.
Los familiares de la víctima fueron al sitio y verificaron que la joven estaba muerta. Luego recibieron otro mensaje de Macotelo indicando dónde lo podían encontrar. La policía fue al sitio, donde el hombre se entregó sin resistencia.
Algunos expertos consultados este lunes por la prensa local creen que Macotelo pudo haber copiado otro caso que sucedió recientemente en Estados Unidos, en el que un hombre en Miami mató a su esposa y compartió una foto del cuerpo y su confesión en la red social Facebook.
“Cuando una persona comete un delito de estos… cree en ese momento que es lo correcto”, explicó la especialista del Instituto de la Mujer (Inamu), Rosey López a la cadena de televisión Repretel.
Agregó: “Quizás poderlo publicitar implica que él está haciendo uso de esa tecnología para darle a conocer a los demás lo que hizo y con una razón digamos, justificada”.
El Organismo de Investigación Judicial consideró que Obando Zúñiga pudo morir asfixiada y confirmó que Macotelo está detenido a la espera de que se defina su situación judicial.
afp
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