“No sé cómo me la contagié, pero espero no volverme a enfermar de esta manera”, dijo el paciente Estin Josue, que convalecía en un centro de tratamiento inmaculado en Puerto Príncipe, regentado por la conocida organización médica haitiana Gheskio Centers. Josue y los demás pacientes tuvieron la suerte de enfermarse cerca del primer centro permanente para el tratamiento del cólera en el país. Pero muchos no son tan afortunados en momentos en que Haití se debate con el brote más grave de la enfermedad en la historia reciente.
El cólera, jamás detectado en Haití antes de octubre de 2010, ha infectado a más de 770.000 personas, el 7% de la población, de las cuales 9.200 murieron. Este año ha infectado a más de 6.000 personas y ha matado, en promedio, a 37 personas por mes. La persistencia del brote alarma a los especialistas en salud pública, quienes temen el desvío de atención y recursos a nuevos peligros como el virus del zika y la crisis política que detuvo las elecciones recientes.
El vocero de la Organización Mundial de la Salud, Gregory Hartl, dijo que el cólera ya se considera endémico en Haití, es decir, una enfermedad recurrente. Otros han observado que la bacteria del cólera parece estar firmemente asentada en ríos, estuarios e incluso en las aguas costeras del país.
“Una vez que se asienta en el reservorio acuático de un país, es sumamente difícil de erradicar”, dijo Afsar Ali, investigador de la Universidad de Florida en Gainesville, quien estudia el cólera en Haití desde hace años. El doctor Joseph Donald Francois, coordinador de las campañas del ministerio de Salud para combatir la enfermedad, cree que Haití puede eliminar el cólera con ayuda internacional. Pero añadió que las campañas carecen de recursos.