Pero eso es pasado.
Actualmente, en el Heat hay más interés por determinar lo que ha salido bien recientemente. El club firmó un acuerdo para adquirir al armador Goran Dragic; encontró entre los desechos de la NBA a un pívot potencialmente destacado, Hassan Whiteside; corrió con suerte en la noche del draft, al reclutar a Justise Winslow como la décima selección.
Y desde que terminó la campaña anterior, la salud de Bosh y de Josh McRoberts ha mejorado; Wade y Dragic firmaron nuevos convenios, y se cubrieron vacantes entre los reservistas a precios de ganga, con los fichajes de Amar'e Stoudemire y Gerald Green.
Ante todo eso, resultaría comprensible el optimismo de Miami para la nueva campaña.
"Unirnos y conformar un equipo que pueda competir por el título es mucho más motivante y poderoso que el dolor del año pasado", afirmó el entrenador Erik Spoelstra. "Aquello nos duró un par de semanas. Luego, dedicamos cada onza de energía y concentración a hacer lo necesario para reforzar este equipo y tener la oportunidad de hacer algo especial".
El Heat espera dar pelea en la Conferencia del Este. Una probable alineación conformada por Dragic, Wade, Luol Deng, Bosh y Whiteside luce suficientemente buena en el papel para llevar a Miami hasta los playoffs por 17ma ocasión en 21 temporadas. Pero el grupo de suplentes, integrado por alguna combinación de Mario Chalmers, Tyler Johnson, el novato Josh Richardson, Green, McRoberts, Stoudemire, Udonis Haslem y Chris Andersen genera también entusiasmo en el equipo.
"Uno echa un vistazo en este gimnasio y se da cuenta de que tenemos las piezas necesarias", dijo Wade. "Ahora se trata de encontrar un camino juntos".
Así, los integrantes del Heat consideran que el equipo luce sustancialmente mejor gracias a contrataciones y a la mejoría de Bosh, cuya vida estuvo incluso en riesgo por un problema de coágulos. Por su parte, McRoberts sigue trabajando para recuperar la fuerza tras una cirugía de rodilla.
"Tenemos expectativas por una razón", dijo Spoelstra.
Enseguida, información a tomar en cuenta sobre el Heat, de cara al comienzo de la temporada:
WADE Y LA HISTORIA: Wade llega a la campaña en el 54to puesto de la lista histórica de máximos anotadores en la NBA. Es muy probable que se coloque pronto como uno de los mejores 50. Ha anotado 18.812 puntos, 10 menos que Isiah Thomas, 19 por debajo de Chet Walker, 128 detrás de Scottie Pippen y a 192 de Dale Ellis. Si se toma en cuenta la postemporada, Wade es 38vo de la historia, así como noveno entre los jugadores en activo.
PRIMERAS PRUEBAS: El Heat enfrentará varias pruebas en los primeros siete días de la temporada. Luego de inaugurar la campaña el 28 de octubre con Charlotte, Miami se medirá a tres equipos que llegaron a las últimas finales de conferencia. Visitará a Cleveland, antes de recibir a Houston y Atlanta. Pero una vez que termine esa racha, el Heat jugará 10 de 11 partidos contra clubes que no avanzaron a los playoffs.
LA PUNTERÍA DE DRAGIC: Ayudado por 86 clavadas, Whiteside encabezó al Heat durante la campaña anterior, al atinar el 71% de sus disparos frente al aro. Dragic se ubicó segundo de la lista, con casi 68%, pero sin volcadas. La capacidad de definición de Dragic raya en lo extraordinario y explica por qué el Heat buscó desesperadamente retenerlo. Miami es un equipo que valora especialmente los espacios que se abren hacia la cesta.
A LA IZQUIERDA: Es posible que el Heat utilice por momentos una alineación formada por Dragic y Johnson como escoltas, Winslow y McRoberts como aleros y Bosh como pívot. De ocurrir, se presentará una rareza, con cinco jugadores zurdos en la cancha de manera simultánea. "Ahora que lo pienso, eso sería muy bueno", dijo Bosh. En realidad, McRoberts es ambidiestro, pero dispara con la izquierda.
EL LIDERAZGO DE RILEY: La temporada anterior fue una anomalía para el Heat, a juzgar por el récord del equipo desde hace 20 años, cuando Pat Riley se incorporó a la franquicia. Durante la gestión del ex entrenador y ahora presidente del equipo, Miami ostenta un récord de 1.031-758 (.576), incluyendo partidos de postemporada. Es el tercero mejor de la liga en ese periodo, sólo detrás de San Antonio (1.241-607, .672) y los Lakers de Los Ángeles (1.117-706, .613).