A pesar de que no tendrán en el banquillo al entrenador Steve Kerr, quien se recupera de una doble operación de espalda, su hombre de confianza, el exjugador Luke Walton, estará ocupando su puesto con el mismo núcleo de la pasada temporada, en el que la gran figura es el base Stephen Curry, y la misma filosofía de juego ofensivo y pleno de espectáculo.
Los Warriors llegan más hechos, más seguros y con la confianza que les da el ser campeones, al margen de las declaraciones “provocativas” que hizo el entrenador de Los Ángeles Clippers, Doc Rivers, al cuestionar que su triunfo se debió a la suerte porque no se enfrentaron contra ellos o los Spurs de San Antonio.
Precisamente, el equipo tejano con la incorporación del ala-pívot LaMarcus Aldridge, al que ficharon como agente libre, además de la llegada de otro veterano como Davis West, los convierten también en grandes favoritos a luchar por el título de la Conferencia Oeste, al igual que los Clippers, Rockets de Houston, reforzados con el base Ty Lawson y los Thunder de Oklahoma City, que estrenan nuevo entrenador con el novato Billy Donovan.
Los Grizzlies de Memphis también formaran parte de los equipos que pueden alcanzar las 50 victorias, gracias a su juego defensivo y la aportación del pívot español Marc Gasol, considerado por los gerentes generales de la NBA como el mejor de la competición, pero sus posibilidades de superar a las anteriores franquicias en la lucha por el título será mucho más complicado.
El equipo que puede ser la gran revelación y que consigan entrar a formar parte de los que luchen por el título serán los Pelicans de Nueva Orleans con el ala-pívot Anthony Davis de gran estrella, considerado el jugador alto de mayor proyección de cara al futuro, que esta temporada tendrá además al nuevo entrenador Alvin Gentry, el exasistente de Kerr que ayudó a los Warriors a ser campeones