Después de cuatro citas, una media de 13.7 ppj, un robo de balón por juego, de su buena puntería con un 50 por ciento de efectividad en tiros de campo y buen ritmo de juego, Kobe se siente muy bien físicamente.
“Estoy donde quiero estar físicamente”, señaló tras el encuentro. Movimos bien la pelota. Hicimos un gran trabajo defensivo. Logramos mantener el ritmo sin mirar atrás”.
El rival estuvo muy alejado del nivel de la NBA y los Lakers se vieron obligados a apelar al espectáculo para tratar de olvidar las tres derrotas que acumularon en los tres primeros juegos de la pretemporada ante Utah en dos ocasiones y Toronto. Los partidos de exhibición suelen ser indicativos de lo que sucede en la campaña regular. Así sucedió en las dos últimas campañas, donde las derrotas fueron más que las victorias antes de comenzar la competición y finalmente esa circunstancia se reflejó de tal manera que se convirtieron en los dos peores años de la historia de la franquicia.