NUEVA YORK.- Desde la entrada en vigor de la Ley de Inmigración 1965, que cambió radicalmente las reglas del juego, 59 millones de inmigrantes -incluyendo a los indocumentados- han entrado a Estados Unidos, cifra que representa el 14% de la población total, reveló el lunes un informe del Centro de Investigaciones Pew.
Agrega que la población blanca no será mayoría dentro de 50 años, en 2065. Para ese entonces los hispanos constituirán el 24% (18% actual) y los asiáticos el 14%.
El informe sobre la Oleada de Inmigración Moderna y la Proyección Sobre el Crecimiento Demográfico, asoma casi medio siglo después de la aprobación de la histórica ley (aprobada por el Congreso en octubre de ese año) “que fue muy importante por la demografía de Estados Unidos, tanto para la población hispana como los otros grupos”, dijo a Univision Noticias Mark Hugo López, director de investigación hispana del Centro Pew.
“Comenzamos la investigación y a escribir el informe en diciembre de 2014 ante el nuevo debate de inmigración entre los candidatos a la nominación presidencial del Partido Republicano”, agregó.
El informe señala que en estos 50 años los inmigrantes y sus descendientes representan más de la mitad del crecimiento de la población estadounidense, reformando su composición racial y étnica.
Sin embargo, advierte que las tendencias pueden ser modificadas debido a la incertidumbre causada por cambios en los comportamientos, nuevas políticas de inmigración y otros eventos inesperados.
103 millones en 2016
El Pew indica que, de mantenerse las actuales tendencias demográficas, los futuros inmigrantes y sus descendientes serán la mayor fuente de crecimiento de la población.
El estudio prevé que entre 2015 y 2065 los inmigrantes registrarán un crecimiento de 88% alcanzando los 103 millones, y la población nacional crecerá hasta alcanzar los 441 millones.
“El informe tiene mucha información sobre la demografía del flujo de inmigrantes a Estados Unidos desde 1965”, explicó López. “Esperamos que estos datos sean útiles para líderes, periodistas, estudiantes y la población en general”.
Las conclusiones, dijo el Pew, están basadas en datos de la Oficina del Censo y proyecciones propias, y proporcionan un vistazo amplio del impacto de la inmigración sobre el crecimiento de la población de Estados Unidos, así como los cambios raciales y étnicos ocurridos en un período de 100 años.
El reporte asoma en mitad de una dura campaña por las nominaciones presidenciales demócrata y republicana, donde algunos candidatos han planteado deportar a la totalidad de los indocumentados en un plazo de 18 meses y cambiar la Enmienda 14 para quitar la ciudadanía automática a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos, y otros han insistido en una reforma migratoria que saque de las sombras a los sin papeles.
Crecimiento notable
El informe del Pew detalla que desde 1965 la población de inmigrantes nacidos en el extranjero creció de 9.6 millones a 45 millones en 2015. Sin embargo, la cifra es menor a los 59 millones que han llegado desde 1965, esto a causa de fallecimientos y salidas del país.
Para el año 2065, el Pew proyecta que en Estados Unidos habrá unos 78 millones de inmigrantes.
El estudio también revela que la población inmigrante registró un aumento pronunciado desde 1970 hasta el año 2000, pero que la tasa de crecimiento disminuyó a partir de entonces.
Aun así, Estados Unidos tiene la población inmigrante más alta del mundo (uno de cada cinco inmigrantes a nivel mundial).
López dijo esperar que el informe “ponga nuevas cifras a la reciente ola de inmigración, como por ejemplo los 59 millones que han entrado entre 1965 y 2015. Eso demuestra que Estados Unidos es el primer país de inmigración y de inmigrantes a nivel mundial”, apuntó.
Cercano al récord
Entre 1965 y 2015 los nuevos inmigrantes, sus hijos y nietos representaron el 55% del crecimiento de la población estadounidense. Esto significa que sumaron 72 millones de personas a la población nacional, que pasó de 193 millones en 1965 a 324 millones en 2015, señala el Pew.
El centro de investigación también halló que el rápido crecimiento de la población inmigrante aumentó la porción de la población de Estados Unidos nacida en el extranjero de un 5% en 1965 al 14% de hoy en día. Y empujará una proyección récord de 18% en 2065.
El actual crecimiento del 14% es cercano al récord de principios del siglo 20, cuando alcanzó un 15%.
A su vez, la cuota de población combinada de inmigrantes y sus hijos nacidos en Estados Unidos, del 26% hoy en día, se prevé que aumente a 36% en 2065, cifra igual a los niveles máximos registrados a principios del siglo 20.
Cambio de reglas
El reporte señala que la Ley de Inmigración y Nacionalidad 1965 cambió significativamente la política de inmigración, eliminando regulaciones que favorecían entonces a los inmigrantes europeos y las reemplazó por medidas que enfatizaron en la reunificación familiar e inmigrantes cualificados.
En ese memento fueron pocos quienes anticiparon el tamaño o el impacto demográfico del flujo de inmigración posterior a los cambios hechos en 1965, anotan los investigadores del Pew.
En números absolutos, el Pew dice que los aproximadamente 59 millones de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos entre 1965 y 2015, excedieron a quienes llegaron durante las grandes oleadas de inmigración europea registradas entre el siglo 19 y principios del siglo 20.
Entre 1840 y 1889 unos 14,3 millones de inmigrantes llegaron a al país. Entre los años 1890 y 1919 se registraron 18,2 millones de ingresos adicionales.
Tras la eliminación del sistema de cuotas enfocado en los europeos, grandes números de inmigrantes de otras partes del mundo comenzaron a llegar. Desde 1965, la mitad (51%) son originarios de América Latina y un 25% provienen de Asia. Comparado con la inmigración de mediados del siglo 19 y principios del siglo 20, la mayoría de los extranjeros provenían de Europa.
Composición étnica
En cuanto a raza y composición étnica, el movimiento migratorio también acusó cambios. En 1965 el 84% de los estadounidenses eran blancos no hispanos y para 2015 bajó a 62%. Mientras tanto, la proporción de población hispana aumentó de 4% en 1965 a 18% en 2015.
Los asiáticos también vieron un incremento desde menos del 1% en 1965 al 6% en 2015.
El análisis de Pew muestra que, sin los cambios a la Ley de Inmigración de 1965, la composición racial y étnica de la nación sería muy diferente hoy en día: el 75% serían blancos, 14% afroamericanos, 8% hispanos y menos del 1% asiáticos.
La edad media de la población también ha experimentado cambios con el movimiento migratorio. En 1965 era de 28 años y aumentó a 38 en 2015, y se proyecta que será de 42 en 2065. Sin los cambios de 1965, la media nacional habría sido de poco más de 41 en 2015, y sin movimiento de inmigrantes de 2015 a 2065 la proyección de la media sería de 45 años.
Nuevo escenario
Sin embargo, el Pew prevé que en 2065 la composición de la población inmigrante de la nación cambiará nuevamente. Y señala que, si bien en 2015 el 47% de los inmigrantes que residen en Estados Unidos son hispanos, a medida que la inmigración procedente de América Latina, especialmente México, se ha desacelerado en los últimos años, la proporción de nacidos en el extranjero que son hispanos se espera que disminuya a un 31% en 2016, mientras que los inmigrantes de Asia se convertirán en el grupo de inmigrantes de mayor crecimiento.
Los asiáticos, a su vez, en el 2055 se constituirán en el mayor grupo de inmigrantes, y para 2065 serán el 38% de la población extranjera.
La población estadounidense sentirá el impacto de estos cambios, asegura el Pew. Los blancos no hispanos serán menos de la mitad de la población para el 2055 y un 46% para el 2065. Para ese año, no habrá una mayoría racial o étnica en la población americana, mientras que los hispanos verán su población crecer a un 24% en 2065 frente al 18% en la actualidad.
López dijo que el informe resalta tres puntos. “El primero, que van 59 millones de inmigrantes que han llegado a Estados Unidos desde 1965, que la inmigración cambió la composición racial del país y que entre los estadounidenses las percepciones sobre los inmigrantes son mixtas”.
Qué opinan los estadounidenses
El reporte del Pew también recoge la opinión de los estadounidenses sobre el impacto que han tenido o dejado los inmigrantes en el país. En general, el 45% piensa que los inmigrantes le han hecho bien al país a largo plazo, mientras que el 37% opina lo contrario. El 16% dijo que no han impactado.
La misma encuesta halló que 49% de los estadounidenses quiere ver reducida la inmigración, y que 8 de cada 10 personas en Estados Unidos (82%) opina que el sistema de inmigración necesita ser reparado o reconstruido.
En otros hallazgos, el reporte revela que la mitad de los adultos creen que los inmigrantes no han impactado favorablemente la economía y son responsables del crimen. Pero el 28% opina que los inmigrantes si han ayudado a mejorar la economía frente al 20% que señala que no ha habido un impacto favorable.
De la percepción en cuanto a la criminalidad, el 41% opina que la inmigración ha tenido un impacto negativo.
La muestra fue realizada por internet en inglés y español u fueron entrevistadfos 3,147 adultos. Fue hecha entre el 10 de marzo y el 6 de abril y tiene un margen de error de más o menos 2.4%.
Futuro inmediato
En otros aspectos, el estudio revela que 56% de los estadounidenses opina que los inmigrantes no han tenido impacto en las rama de la ciencia y la tecnología, pero el 49% dice que los inmigrantes han hecho mejor las cosas en las áreas de música, comida y arte.
De los inmigrantes recién llegados, el Pew marca diferencias notables con los movimientos anteriores. Reporta que la oleada máxima se registró entre 2000 y 2005 cuando 8 millones entraron al país, y que entre 2006 y 2013 la cifra se redujo a 6 millones, de acuerdo con datos del gobierno federal.
Añade que en comparación con oleadas anteriores, los inmigrantes recién llegados son más educados pero más pobres (28%), y que alrededor de 41% de los nuevos inmigrantes tenía por lo menos una licenciatura. En 1970 la proporción era sólo del 20%.
López resalta que uno de los datos más importantes hallados en la encuesta es “que el 82% de los estadounidenses piensa que el sistema migratorio actual necesita un cambio grande, y que la mayoría apoya una política que permita a los indocumentados vivir legalmente en Estados Unidos”.
El 27 de junio de 2013 el Senado aprobó un plan bipartidista de reforma migratoria que incluyó un camino a la ciudadanía para indocumentados que llevan tiempo en el país y carecen de antecedentes criminales. El proyecto fue congelado por el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes.
jt/am