Santo Domingo.-Un problema de inseguridad alimentaria en Haití pudiera tener impacto en el flujo migratorio de ciudadanos de ese país hacia República Dominicana, pero también sería una oportunidad de aprovechamiento, porque el país podría ofertar alimentos más allá de la demanda de sus habitantes.
Así lo aseguraron economistas luego de que el gobierno haitiano y la Organización de las Naciones Unidas pidieron ayuda a organismos internacionales para hacer frente a la sequía que afecta el noroeste de esa nación, que generaría una situación de inseguridad alimentaria aguda.
La situación provocó que una delegación del gobierno y la ONU viajara la semana pasada a localidades afectadas donde el Programa Mundial de Alimentos distribuyó mil 500 toneladas de raciones entre 164 mil personas en condición de vulnerabilidad, principalmente mujeres y niños.
“Hacemos un llamado a una mayor contribución de los socios de Haití para dar una respuesta duradera a la situación en el norte, en el marco global de la lucha alimentaria que sigue afectando a 600 mil personas”, clamó Hébert Docteur, asesor del primer ministro haitiano.