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martes, 9 de diciembre de 2014

En MEXICO; Reconocen el cadaver de uno de los 43 estudientes desaparecidos.

Más de dos meses después de la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en México, comienzan a aparecer pruebas concretas sobre el destino que sufrieron en un caso que ha abierto una crisis política en el país.

Al menos uno de los jóvenes ha sido identificado a partir de restos calcinados hallados cerca de un basurero, informaron el sábado familiares y funcionarios federales mexicanos.


Aunque no se produjo ningún anuncio oficial el sábado, parientes y compañeros de los jóvenes en la Normal Rural de Ayotzinapa dijeron que los expertos habían confirmado la identidad del estudiante Alexander Mora, un joven campesino al que sus compañeros apodaban “La Roca” por su determinación.

“Era un compañero fuerte, muy perseverante en lo que se proponía”, explicó el líder estudiantil Omar García. “Es una pérdida muy grande”.

Las familias fueron informadas el viernes por la noche por un equipo de expertos forenses argentinos que trabajan en nombre de los parientes y con la oficina del procurador general, según los familiares.

Los padres de Mora estuvieron acompañados el sábado por miembros de la comunidad escolar en su localidad de El Pericón, en una zona del estado sureño de Guerrero conocida como Costa Chica.

García dijo que la familia había recibido la noticia “con mucho coraje, con mucho valor, y con mucha dignidad y determinación”.

“Cuando su padre, Ezequiel, supo la noticia, sólo nos dijo que quería justicia”, añadió García.

La identificación confirmó lo que el procurador general, Jesús Murillo Karam, dijo a los padres en noviembre: que los estudiantes capturados en un enfrentamiento con la policía habían sido asesinados e incinerados por un grupo de narcotraficantes.

La macabra historia, sin testigos y apenas sin rastro de los 43 jóvenes, hizo que los padres rechazaran esa versión, diciendo que seguirían buscando y que esperaban encontrar a sus hijos con vida.

Los padres de los desaparecidos marcharon el sábado con miles de personas en una manifestación organizada con antelación en Ciudad de México, descendiendo de los autobuses con el rostro sombrío. La mayoría declinó hablar con los reporteros.

“Los padres no vamos a descansar hasta hacer justicia”, dijo Felipe de la Cruz, padre de un estudiante de la escuela.

Señalando que sólo se había identificado a uno de los 43 desaparecidos, añadió “si piensan que con uno confirmado nos vamos a quedar a llorar se equivocan”.

Los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre luego de varios ataques de la policía local contra los jóvenes, en los que murieron tres alumnos y tres civiles más en la localidad de Iguala, al sur de la Ciudad de México.

Murillo Karam ha dicho que fueron atacados por la policía por orden del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, que después fue detenido cuando estaba prófugo. Las autoridades han detenido a más de 70 personas en relación con el caso, que también forzó la dimisión del gobernador de Guerrero.