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jueves, 6 de noviembre de 2014

Centro Económico del Cibao, Hipólito Mejía y PRM

En esta  vida cada día más  exigente, las firmas encuestadoras juegan un rol cada vez más  determinante en el posicionamiento de determinado candidato presidencial, lo que se ha tornado prioridad para que  cada parcela política elija la firma encuestadora con la que se sienta “más cómoda”.
 
Esta vez nos referimos a la empresa de mediciones  Centro Económico del Cibao (CEC), la cual- se dice-, tiene inclinación por el expresidente Hipólito Mejía y el entorno del exmandatario que dejó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y decidió formar el Partido Revolucionario Mayoritario (PRM).
 
Como presidente del CEC figura Leonardo Aguilera,  un dominicano  egresado de la escuela de economía de la ExUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y de quien se dice es  amigo personal  del expresidente  Mejía.
 
Datos indagados por este multimedios revelan que el CEC fue fundado en 1988.  Desde entonces ha realizado un conjunto de investigaciones en los ámbitos industriales, bancarios, comerciales, de medio ambiente, mercados  y, fundamentalmente, de encuestas políticas.
 
Un portal de la firma se empeña en destacar  su trabajo en el campo de las proyecciones políticas  en las elecciones nacionales de 1994, luego en el  1996, las del 2000, 2004, 2008, 2012 y las congresionales y municipales del 1998, 2002, 2006 y 2010.
 
Mientras que el perfil de su propietario  Aguilera refleja que  ha trabajado como consultor político  en Méjico, Haití, y recientemente, en las elecciones presidenciales de El Salvador.
 
Pero, al parecer cuando la “providencia” no ha favorecido la parcela blanca, el CEC tampoco ha quedado bien parado con sus pronósticos.
 
Un dato concreto de lo que decimos fueron las predicciones del CEC con relación a quien sería el candidato ganador de las elecciones presidenciales del 2012, donde resultó triunfante el aspirante  del  Partido de la Liberación Dominicana(PLD), Danilo Medina.
 
Aquella vez, el CEC tuvo los  pronósticos menos certeros, con una desviación del 7.98%, para un  último lugar en un grupo de nueve  firmas participantes.
 
Las posiciones se tomaron en cuenta partiendo de los resultados oficiales  de la Junta Central Electoral (JCE), con relación al certamen.
 
A finales de Julio del 2011, el CEC publicó una encuesta en la que revelaba que  la simpatía por  cada uno de los partidos, a nivel nacional, la acaparaba el PRD, con el 44.8%; mientras que  para su principal oponente, el PLD, fue de 37.7%.
 
En esa misma medición, el CEC indicaba que en la intención del voto preferencial para el 2012, la balanza se inclinaba de parte del candidato perredeísta Hipólito Mejía, con 52.0%, ante el 40.5% de Danilo Medina, en el Gran Santo Domingo.
 
En tanto que en la región norte  Mejía figuraba con el 62.0%; Medina con 30.0%; en el sur el candidato perredeísta con  55.2%; el peledeísta 39.2%; en el este el representante del partido blanco figuraba con 44.4%; el del partido morado, 40.7%. Como se ve:   en todas las regiones el CEC favorecía a Hipólito Mejía.
 
A mediados de septiembre de este año, el Centro Económico del Cibao publicó una nueva encuesta donde hablaba de  un  “virtual empate técnico” entre los aspirantes presidenciales Leonel Fernández y Luis Abinader;  mientras que  el perredeísta Miguel Vargas Maldonado se había  caído en las preferencias del electorado.
 
Según el estudio, Fernández conseguía un 40.7  por ciento de preferencias; Abinader, el 38.4 por ciento y Vargas el 5.8 por ciento.
 
Sobre los niveles de aceptación de Vargas y Abinader como posibles candidatos de la oposición, las opiniones eran favorables en un 58,6 por ciento para el segundo y apenas 21,1 por ciento para el primero, acotaba.
 
Un 44%  de los participantes en la muestra consideraba que el candidato del PRM debía ser electo ya y un 48,2 por ciento opinaba que podría ser “mediante un acuerdo entre  Abinader y la otra principal figura de ese partido, el expresidente Hipólito Mejía”.
 
A todas luces se percibe claramente la intención de hacer “brillar” las figuras de Hipólito Mejía y Luís Abinader, del PRM,  y dejar mal parado a Miguel Vargas Maldonado, del PRD.
 
Una  vez más acudimos a los adagios populares: “nadie toma cuchillo para su garganta; el amigo de mi enemigo es mi enemigo”…y así sucesivamente.