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lunes, 14 de abril de 2014

Mi música es mi bandera

La nostalgia se adueñó de los corazones de muchos de los dominicanos que asistieron anteanoche a “Mi música es mi bandera”, un espectáculo producido por Chiqui Hadad en el teatro United Palace.



Por más de dos horas la bachata y el merengue se hicieron presentes en un escenario que demostró que “nuestra música es la mejor bandera que puede ondear el pueblo dominicano”.

Miriam Cruz tuvo la misión de abrir. Ella se mostró con el ímpetu que la caracteriza y la picardía que deja entrever cuando canta. Su tema “Cosas de él” sigue siendo una de sus mejores cartas de presentación. El público se lo gozó y bailó al ritmo de la ex Chica del Can que exhibe una figura más esbelta en estos días.

Su despedida le dio la oportunidad a que Krency García (El Prodigio) saliera a escena. El merenguero típico demostró que tiene un lugar reservado en el gusto de los dominicanos de la diáspora y de aquellos hispanos que se unieron a la gran noche de “Mi música es mi bandera”.

El artista se mostró menos tímido y con más soltura en escena. Los temas que interpretó, entre los que estuvo “No seas mala Raquel”, fueron aplaudidos. No hay dudas de que el merengue típico gusta para estos lados. La noche siguió corriendo y llegó el turno para Héctor Acosta (El Torito), cuya actuación fue de las más aplaudidas de la noche.

Contrario a lo que se suponía, su entrada al salón la hizo acompañada de un merengue para luego pasarse a la bachata.

Un momento emotivo de la noche fue cuando cantó Yanet Márquez, una no vidente que tiene una voz prodigiosa y envidiable. Ya muchas solistas quisieran tener esa voz.

La bachata tiene una fuerte presencia en la comunidad que está instalada en Nueva York y en los jóvenes y por ese motivo le tocó al “Príncipe” Frank Reyes entrar a escena. En una esquina del salón aguardaba una persona imposibilitada de caminar que coreaba todas y cada una de las canciones del artista, hasta que no se aguantó y le pidió que fuera donde ella para hacerse una foto, a lo que él accedió.

Su emblemático “Vine a decirte adiós” no se podía quedar. Por eso lo dijo: “Una canción vieja y buena”, y sonaron las primeras notas.

Frank estuvo acompañado como los demás artistas de varios bailarines.

La noche siguió transcurriendo y fue cuando le tocó el turno al “Caballo” Johnny Ventura, quien dejó claro que es viejo, pero con una máquina nueva. Se movió mucho en escena, acompañado de Roberto del Castillo y otro corista. Complació a todos y recurrió a la nostalgia al abrir con el tema que reitera que “si yo vuelvo a nacer vuelvo a ser dominicano”.

Ventura recordó a los presentes que República Dominicana tiene de todo y un poco más y les exhortó a visitar a su país.

Con su presentación se cerró la noche que sirvió para entregar algunos reconocimientos. Ventura levantó a la gente de sus asientos y cantó más de cuatro temas emblemáticos de su discografía.

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HÉCTOR ACOSTA, ALEGRE POR EL REENCUENTRO
Entre merengue y bachata transcurrió su participación que fue disfrutada de pie en muchos de sus temas. Su repertorio fue disfrutado y coreado por muchos de los presentes.

El tema “El anillo” no se podía quedar en una noche tan especial. Su despedida se produjo luego que él cumpliera su misión de ir a saludar al público.

Michael Miguel Holguín, Frederick Martínez (El Pachá) y Alipio Cocco Cabrera fueron los conductores del evento y proyectaron el sentir dominicano.

La producción del show estuvo a cargo de Chiqui Hadad y se sintió acertada. Bailarines, pantallas gigantes y una orquesta dirigida por el maestro Dioni Fernández sirvieron para que el show “Mi música es mi bandera” rindiera honor a la bandera y a la música dominicana. Casi 3,000 mil personas disfrutaron el show, que debería ser presentado en República Dominicana.

Sin lugar a dudas los dominicanos en la Gran Urbe sienten amor por su país, su música y sus artistas y lo demostraron el sábado.

La noche antes el evento tuvo una primera función en el Teatro Ritz de Elizabeth, New Jersey.