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El grupo japonés Toyota, primer fabricante mundial de automóviles, ha desvelado en el Salón de Tokio un nuevo coche de concepto que cambia el color de la carrocería en función del estado de ánimo del conductor.
Este monoplaza con dos ruedas traseras y una delantera, denominado Toyota FV2, pretende potenciar la experiencia de conducción conectando al conductor de forma física y emocional con su propio vehículo y proporcionando así una mayor diversión.
En lugar de volante, el coche cuenta con un sistema que orienta la dirección en función de los estímulos procedentes del cuerpo del conductor, hacia adelante, atrás, izquierda y derecha. El automovilista recibe además información sobre los otros vehículos, en intersecciones y ángulos muertos.
Efecto camaleón
Toyota ha ido más allá con su objetivo de crear una relación emocional entre el conductor y el automóvil, similar a la que puede tener un jinete con su caballo. Para ello ha desarrollado la tecnología ‘Toyota Heart Project’. De esta forma, el coche utiliza un sistema de reconocimiento de voz y de imagen para determinar el humor del conductor, con el fin de sugerir destinos y habilitar sistemas de asistencia. Pero, además, el color también cambia en función del estado de ánimo del automovilista.
Coche de hidrógeno
Por otro lado, Toyota ha desvelado en el Salón de Tokio el coche de concepto FCV Concept, que adelanta lo que será el primer automóvil de hidrógeno de la multinacional nipona, cuyo lanzamiento está previsto para 2015. El Toyota FCV Concept, una berlina con cuatro plazas, ofrece una autonomía de 500 kilómetros y la recarga de hidrógeno requiere un tiempo de unos tres minutos aproximadamente.
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