Un estudio reciente se suma a la evidencia de la función del ejercicio en la prevención del cáncer, en este caso, del esófago. Los investigadores advierten que estos resultados pueden deberse a distintos factores que mejoran la calidad de vida, además de la actividad física. Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo.
El cáncer del esófago es el octavo más común en el mundo y representa la sexta causa de muerte por cáncer. En el año 2008, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad que es de 2 a 4 veces más frecuente en los hombres que en las mujeres, se diagnosticó en casi 500 mil pacientes.
Existen varios tipos de cáncer del esófago, los dos más comunes son:
Adenocarcinoma (que surge de las células glandulares que producen mucosidad u otras substancias y que tienden a localizarse en la parte inferior del esófago).
Carcinoma de las células escamosas (que son los que se originan de las células planas que recubren al esófago y que tienden a localizarse en la parte media del esófago).
Lo curioso es que si bien hay condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer del esófago, como ser hombre mayor de 50 años y de raza negra, esta enfermedad puede ocurrirle a cualquier persona y puede ser potenciada por distintos factores relacionados con el estilo de vida. Por ejemplo: (Sigue…)