En la mayoría de las familias existe un hijo predilecto, de acuerdo con una investigación realizada por una docente de Desarrollo humano y estudios familiares de la Universidad de California, señala una publicación de un medio internacional.
El portal El Nuevo Día.com señala que para llegar a esa conclusión la doctora Katherine Conger analizó durante tres años a 384 parejas de hermanos y a sus respectivos progenitores.
Retomó el libro The Sibling Effect: What the Bonds Among Brothers and Sisters Reveal About Us (El efecto fraterno: lo que los vínculos entre hermanos y hermanas dicen de nosotros), escrito por Jeffrey Kluger, quien concluyó que el 95 por ciento de los adultos tienen un hijo favorito y el 5 por ciento restante mienten cuando se les indaga por el tema.
Con el análisis se demostró que la predilección estaba asociada al orden del nacimiento de cada hijo, y se percibieron cambios en el trato maternal y paternal relacionados con el tiempo en que nacieron cada uno de sus sucesores.
En una publicación del Journal of Family Psychology, la doctora Conger afirmó que “la base de esta preferencia estaba asociada a la búsqueda de la supervivencia de la especie”, es decir, los padres se inclinaban a favor del hijo que consideraban más saludable o con posibilidades de reproducir mejor su especie.