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sábado, 22 de junio de 2013

LeBron James:”Soy imparable”

Los Angeles.- En su camino hacia la perfección, LeBron James subió otro escalón y nadie discute ya a un jugador al que sólo le rodea una incógnita: ¿Dónde está su techo?




El Heat de Miami revalidó el jueves su título de la NBA al vencer por 95-88 a los Spurs de San Antonio tras una nueva exhibición del “King” James. Por segundo año consecutivo, ganó el galardón de Jugador Más Valioso (MVP) de las finales, que unió a su reconocimiento de mejor jugador de la temporada regular.



El último partido de la temporada fue el perfecto resumen del jugador en el que se ha convertido James. Su repertorio de movimientos es ya ilimitado porque ha trabajado notablemente en el tiro exterior, su mayor deficiencia del pasado, y ahora también es capaz de tomar las mejores decisiones sobre la cancha sin ningún tipo de estrés, reseñó DPA.



“Trabajo mucho sobre mi juego durante toda la temporada. Pongo mucho esfuerzo en ello y el objetivo es tener sus frutos cuando llega el partido”, dijo.



Lo mismo opina su técnico, Erik Spoelstra: “Siempre crece hasta llegar el momento más importante, cuando las condiciones son más fieras”, analizó.



A su 28 años, James está en plena época de madurez. Atrás quedaron decepciones como las de 2007, cuando fue barrido en la final por los Spurs después de caer por 4-0 con los Cleveland Cavaliers, su antiguo equipo.



Lo que ocurrió hace dos años, cuando contra todo pronóstico los Mavericks arrebataron el anillo al Heat en el primer año de James en Miami, también marcó el futuro de LeBron.



Aquello supuso un antes y un después para James, quien se dio cuenta de su mortalidad. “Ahora soy 20, 40 o 50 veces mejor que entonces”, aseguró.



James fue capaz de asumir la existencia de imperfecciones en su juego y lo primero que hizo fue trabajar en su lanzamiento exterior, tan inseguro en los viejos tiempos.



James es un jugador capaz de anotar utilizando cualquier recurso: juego en el poste bajo, transición rápida, palmeos en el rebote y, por supuesto, lanzamiento exterior. No sólo eso, sino que James se aplicó en la defensa al francés Tony Parker, quien apenas logró 10 puntos con una pobre serie de tres canastas en 12 intentos.



“Mientras avanzaba la serie, se dio cuenta de que los Spurs le concedían el tiro lejano. Lo supo ver, aceptó el reto y fue capaz de anotar los lanzamientos desde afuera. Eso marcó la diferencia en el partido final”, resumió Spoelstra.



En su ascenso a los cielos, James se unió a Michael Jordan como los únicos jugadores en ganar consecutivamente dos títulos de MVP de temporada regular y playoffs.



Y James sabe que es un elegido. Los periodistas le preguntaron: ¿Es usted imparable? Él sonrío y respondió: “Sí, lo soy”. Quién puede dudarlo.