Desde el verano pasado, Brasil vive alarmado por culpa de una enfermedad. El nombre del virus Zika proviene de los bosques de Uganda, donde se encontró el primer caso en un mono Rhesus en el 1947.
Pero desde entonces, el virus ha viajado por todo el globo, visitando la micronesia o Malasia, llegando hasta Brasil e, incluso, hasta Puerto Rico, donde ya se ha detectado el primer caso. Hasta el momento poco es lo que sabemos sobre este virus. Especialmente en cuanto a sus efectos. Cada vez son más los problemas que se asocian a él. Y cada vez se le asocian consecuencias más graves. ¿De qué es capaz y cómo actúa el virus Zika que amenaza ahora a Latinoamérica?
El primer caso en Puerto Rico
"No hay razón para alarmarse. La gente simplemente debería usar el sentido común y evitar las picaduras de mosquito en la medida de lo posible". Así hablaba Pierluisi, comisionado en Estados Unidos de Puerto Rico ante las declaraciones del CDC advirtiendo a los turistas que viajan a su país.
Y es que el virus Zika ha sido detectado por primera vez en Puerto Rico. Hasta finales del año pasado, la incidencia del virus se limitaba a Brasil. Pero era solo cuestión de tiempo que se detectaran otros casos en Latinoamérica. Al fin y al cabo, el virus se transmite mediante los mosquitos, así que su expansión es sencilla. Ahora, las autoridades puertorriqueñas serán entrenadas en la detección y el tratamiento de la enfermedad provocada por el virus Zika. Pero poco más se puede hacer.
¿Cómo funciona el virus Zika?
El virus Zika no es letal, y sus síntomas se parecen a los del dengue, pero más suaves. El Zika es un virus de la misma familia que el dengue o la fiebre amarilla. Como explicábamos, se detectó por primera vez en 1947 en un mono Rhesus. Pero desde entonces, han sido varias las epidemias identificadas, especialmente a lo largo del Océano Pacífico.
El virus es transmitido a través de un vector, es decir, un ser vivo que lo porta e infecta a otro. El vector en este caso es el mismo que el de otras enfermedades similares: el mosquito Aedes aegypti.
Este insecto es conocido por transmitir otras enfermedades parecidas y los estudios para controlarlo incluyen métodos de todo tipo que encierran hasta el control genético. Por eso, parece que el virus Zika no preocupa tanto a las autoridades pertinentes. Y es que solo se puede hacer lo mismo que se hace para controlar el dengue: controlar al mosquito. Una tarea que cada vez hacemos mejor.
Pero, ¿qué provoca el virus Zika? Sus síntomas van desde fiebres hasta erupciones por todo el cuerpo. En general, suelen ser similares a los del dengue pero ligeramente más suaves. El virus Zika no es un virus considerado importante por su letalidad. Sin embargo, sí que es capaz de producir síndrome de Guillain-Barré en algunos casos complicados. Pero por lo general, hasta la fecha, la enfermedad ha sido siempre catalogada como "benigna" dentro de lo que cabe. Al menos hasta que los médicos brasileños captaron una singular relación entre el virus Zika y el número creciente de niños con microcefalia.
El virus Zika y la microcefalia
Los niños que nacen con microcefalia se detectan al momento por su cabeza mucho más pequeña de lo normal. Esta patología grave provoca un cerebro y una cabeza muy reducidos. Las consecuencias, como decimos, suelen ser muy importantes, disminuyendo drásticamente la calidad y la esperanza de vida de los niños que nacen bajo estas condiciones. Estos, normalmente, no suelen vivir muchos años. Y cuando lo hacen, dependiendo de las consecuencias de la microcefalia, los niños tienen serias afecciones. Las razones para que ocurra esta enfermedad son variadas: genéticas, químicas... y ahora, el virus Zika está en el punto de mira.
Antes de la epidemia de virus Zika ocurrida durante este año pasado, el número de casos de microcefalia en Brasil no pasaba los 200. En 2015, este número se disparó hasta alcanzar los 3,000. Como de costumbre, hay que pensar que correlación no implica causalidad, lo que quiere decir que el hecho de que dos cosas ocurran al mismo tiempo no tiene por qué significar que estén directamente relacionadas.
Sin embargo, los números son lo suficientemente sospechosos como para investigarlo. Así, los médicos señalan que la mayoría de las madres cuyos hijos nacieron con la enfermedad habían sufrido antes la enfermedad.
El virus se ha detectado también en la placenta de los niños con microcefalia. Sin embargo, lo cierto es que esta es la primera relación detectada entre ambas patologías. En las epidemias de Micronesia y Malasia no se ha hallado semejante relación. Esto podría suponer una nueva cepa capaz de provocar nuevos problemas.
Aunque esto, en realidad, es más bien difícil. Si bien la tasa de mutaciones de un virus es increíblemente alta, no es fácil que dichas mutaciones provoquen un efecto patológico nuevo. Los expertos en virología, sin embargo, creen más bien que la relación no había sido detectada hasta el momento.