Esta investigación, liderada por el profesor Diego Gómez-Nicola y publicada por la revista científica Brain, aporta evidencias de que la hinchazón en este órgano está ligada con el desarrollo de la patología, a la vez que permitirá descubrir nuevos fármacos.
Hasta ahora, la mayoría de tratamientos para este tipo de demencia senil se basaban en actuar sobre las placas amiloides del cerebro, características en los pacientes de Alzheimer.
Sin embargo, este hecho podría cambiar dado que los expertos sostuvieron que, cuando se acumulan en este órgano las conocidas como células microglías, se produce una inflamación que conduce a la aparición de la enfermedad.
Para confirmar sus sospechas, analizaron cerebros de personas fallecidas que padecían Alzheimer en los que encontraron “un número elevado” de estas células del sistema inmunitario.
En su estudio, los investigadores proporcionaron a ratones un fármaco que bloquea el receptor CSF1R, el principal responsable del incremento de estas células en el cerebro y de padecer problemas de memoria.
La inhibición del CSF1R en ratones evitó la congestión microglial y la hinchazón del principal órgano del sistema nervioso. “
La aplicación de este fármaco en los roedores dio lugar a una mejoría en la memoria y en las tareas de comportamiento por lo que muestra la eficacia de la inhibición del CSFR1 sobre enfermedades como el Alzheimer”, recogió el estudio.
Bloquear la inflamación cerebral, por tanto, causó “una significativa recuperación del déficit de memoria a corto plazo”.