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sábado, 2 de mayo de 2015

El mortal “juego de la asfixia” se populariza en RD

El “juego de la asfixia” es una práctica popular entre adolescentes en la que se autoinducen un desmayo ahorcándose para provocar un estado de euforia. La también conocida “droga de los niños buenos” es sumamente peligrosa y en el país ya ha provocado muertes.


“Se sabe que de los pacientes que han fallecido más del 95% de los padres no sabía que existía ese juego y se vienen a enterar cuando comienzan las investigaciones tras la muerte”, comenta la neuróloga Cristian López. El mortal juego se realiza entre parejas, grupos y muchas veces termina provocando adicción en el joven, llevándolo a practicarlo solo. Equivocadamente los fallecimientos por este juego se tienden a tipificar como suicidios por ahorcamiento y es precisamente por esto que se hace difícil hablar de cantidad de muertes en el país y fuera, donde todavía es más popular.

“Los niños lo que buscan es disminuir el flujo de sangre al cerebro. Ellos comprimen el cuello, comprimen la carótida, disminuyen la sangre que llega al cerebro y se desmayan”, explica la neuróloga López. La especialista agrega que en ese momento se produce una alcalosis respiratoria, “te da unos síntomas como agitación, mareos, calambres. Es como una sensación de euforia y eso es lo que ellos buscan. Por eso es que se le dice ‘la droga de los niños buenos’”.
En República Dominicana, la doctora López asegura lo siguiente: “realmente hay un boom de este juego, sobre todo en colegios de cierto nivel socioeconómico”.

El cirujano plástico Felipe Martínez es otro médico que se ha dedicado a investigar este tema que en nada está relacionado con su profesión médica. “Me interesó el shocking game (como también se le dice) a raíz de la muerte de un hijo de un amigo mío. Esta persona (el joven) se colgó en la ducha, se amarró el cuello, se tomó selfies y en determinado momento resbaló o se cayó, no se sabe, y se quedó colgado. Cuando llegaron ya estaba asfixiado”, cuenta. La muerte de la que habla ocurrió “hace meses en Santo Domingo”.