A partir del próximo 1 de enero las bendiciones papales con motivo de bodas y bautizos serán redactadas en ordenadores del Vaticano y se expedirán impresas en papel y no escritas a mano sobre pergamino. De esta manera la Santa Sede espera recortar los gastos que implica la fabricación del costoso material y destinar el dinero ahorrado a obras de caridad.
Sin embargo, la decisión de renunciar al pergamino amenaza con dejar sin trabajo a los centenares de artesanos que lo fabrican y a algunos calígrafos. Según el diario ‘Corriere Nazionale’, el gremio ya mandó una carta de protesta contra la iniciativa delpapa Francisco.
(Tomado de Russia Today)