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lunes, 1 de julio de 2013

Otra comedia, pero ciencia ficción

Con “Arrobá”, que llega a las salas desde el próximo 11 de julio, José María Cabral vuelve con un filme con elementos del cine de Estados Unidos, al igual que su anterior trabajo

Si el anterior largometraje de José María Cabral, “Jaque mate”, echaba mano de elementos propios del cine de suspense, de filmes como “Phone Booth” (Joel Schumacher, 2002), en “Arrobá”, sigue bebiendo de esta fuente.

“Hay mucha influencia de películas comerciales, pero lo interesante es el toque tercermundista”, dice José María (Santo Domingo, 1988) al referirse a su película, que protagonizan Irving Alberti, Kenny Grullón y Alexis Valdés, tiene pautada su llegada a las sala de cine nacionales el próximo jueves 11 de julio.

Es decir que él se hizo la pregunta de ¿cómo sería una máquina del tiempo en República Dominicana? “Es como aterrizar esto que hemos visto a veces en películas de Estados Unidos y contando una historia totalmente nueva y criolla”, ha dicho el joven, quien empezó a conocerse en el medio local con “Excexos”, en 2008.

Y es que, según admite el joven cineasta, en esta cinta mezcla la comedia con la ciencia ficción, hay elementos que pueden compararla con “¿Qué pasó ayer?” (The Hangover, Todd Phillips, 2009), algo que se aprecia incluso en las fotos promocionales, y en la que tres personajes son los protagonistas de esta aventura.

Y de los viajes en el tiempo, se han hecho cantidad de películas en las que aparece la máquina del tiempo que soñara el británico H.G. Wells a finales del siglo XIX.

Pero eso es lo que quería hacer con esta comedia, que según confía, es para que la gente la disfrute, pero que a la vez las haga pensar también. “Tiene muchísimas referencias a científicos, libros, autores, experimentos cientificos”, sostiene.

Su experiencia
En conversación con este diario, Cabral agrega que aunque estudió dirección de cine en el Art Institute de Nueva York, valora más las experiencias  personales o la lectura, más que lo que pudo haber aprendido en la mencionada escuela. “Fue casi una obligación de mis padres cuando salí del colegio, pero la educación es muy personal, leer, ver cine; sigo queriendo hacer cursos, pero más especificos.

En ese sentido, asegura que no le interesa estudiar más cine, sino que le interesan otros temas como la filosofía o alguna otra ciencia, para aplicarlo a su trabajo en el arte audiovisual.

Considera que al cine local le hacen falta más historias y explotar muchos lugares de la geografía nacional. “Estoy pensando escribir algo que no sea en Santo Domingo”, concluye.