El huracán Nicole, que comenzaba a debilitarse, empezó a alejarse del pequeño archipiélago británico de las Bermudas en la noche del jueves sin haber dejado muertos o heridos graves, aunque aún es posible que afecte a la zona con fuertes vientos.
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“Está previsto un debilitamiento en los próximos días, pero Nicole debería conservar la fuerza de un huracán pese a que podría transformarse en una tormenta tropical el sábado”, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU, organismo con sede en Miami.
Nicole se desplazaba hacia el noreste a una velocidad de 33 km/h, con vientos máximos de 177 km/h. El NHC había calificado al huracán como “extremadamente peligroso”, clasificándolo en la categoría 3 de la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5.
“Fue un largo día”, dijo a la prensa local el primer ministro de Bermudas, Michael Dunkley, para quien lo peor de la tormenta ya ha pasado sin dejar muertos ni heridos graves.
Sin embargo, pidió a los residentes en el archipiélago que permanezcan en sus casas con el fin de no atestar las carreteras y facilitar los trabajos de limpieza.
La empresa de electricidad de las Bermudas, Belco, informó de que a más de 11.000 personas se les ha restablecido el servicio eléctrico, pero que aún restan unas 16.000 personas sin recibir suministro de energía.
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