La policía marroquí informó del arresto de "un francés de origen marroquí" de 30 años, sobre el que desde 2014 pesaba una orden internacional de busca y captura por su participación en un atraco de una joyería en Cannes, de la que se llevó numerosas joyas y relojes de lujo por valor de 1,7 millones de euros.
De hecho, Nabil Ibelati había sido condenado en rebeldía a diez años de cárcel, aunque había desaparecido y se suponía que había huido a Marruecos.
El francés, que fue detenido el sábado, era desde hacía una semana "la comidilla" en varios medios franceses y marroquíes por la aparente impunidad con que se paseaba por todo Marruecos sin privarse de nada.
Paseos en camello sobre las dunas, baños en piscinas privadas en la primera línea de playa, grandes banquetes de mariscos o fiestas regadas con alcohol con varios amigos: todo aparecía en la cuenta de Facebook, que fue denunciada primero por "Nice Matin" antes de circular por todos los medios marroquíes.
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