Ocho días y todo el panorama político dominicano cambió. Cuando parecía que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se partía en dos, llegó un acuerdo entre sus líderes. Eso permitió aprobar a unanimidad en el Senado un proyecto para reinstaurar la reelección presidencial y, en la Cámara de Diputados, con el histórico apoyo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), se convirtió en Ley.
Esa aprobación, con los tres principales partidos del sistema en los últimos 50 años, confirma el acuerdo de los antagonistas PRD y PLD para un eventual “Gobierno de Unidad Nacional”. Como fichas de tablero cayeron las renuncias del secretario de Organización y de Prensa de los blancos, opuestos al acuerdo, y la alocución de Luis Abinader, ahora copando el espacio de la oposición dominicana.
Y todo esto en ocho días. Agréguele, si desea, la sesión de los diputados del pasado martes, en la que no hablaron los diputados del PLD, el proponente del proyecto que le permitiría a Danilo Medina presentarse a una nueva elección. Y donde Ramón Rogelio Genao, secretario general del PRSC, les enrostró a sus colegas que todos los partidos son reeleccionistas, y que, al final del día, han reivindicado a Joaquín Balaguer. Falta pues que tantos movimientos, acuerdos, de estos últimos ocho días encuentren su paso final: la instalación de la Asamblea Nacional Revisora para modificar la Constitución el próximo sábado. De aprobarse allí se tendría que esperar, cuando menos, cinco días calendario para volver sobre su conocimiento.
Es que los reglamentos de funcionamiento de la Asamblea impiden conocer en lecturas consecutivas.
El acuerdo entre el PRD y PLD, del que no se conocen los detalles de forma oficial, aunque sí oficiosa, redibujaría y hasta complicaría la vida interna de los morados, favoritos para repetir su dominio en cada encuesta reciente publicada.
Lo conocido hasta ahora del acuerdo indica que el PRD mantendría su cuota de poder en el Congreso y los ayuntamientos, y hasta podrían participar de la nueva administración de Medina por su propuesta a los partidos mayoritarios de integrar un “Gobierno de Unidad Nacional”. Miguel Vargas, presidente y candidato del PRD, aun no ofrece declaraciones públicas tras su cambio de opinión sobre el proyecto de reelección.
Renuncias por el acuerdo
El secretario de Organización del PRD, Aníbal Díaz Belliard, renunció a esa organización política para respaldar el proyecto presidencial de Luis Abinader en el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
También Nelson Marte, jefe de prensa del PRD, y el expresidente del partido, Emmanuel Esquea Guerrero, renunciaron por el reciente respaldo al proyecto de reforma constitucional que reinstauraría la reelección presidencial, contraria a los principios antirreeleccionistas de su líder histórico, José Francisco Peña Gómez.
Las dimisiones se hacen efectivas luego de que el PRD pactara con el gobernante PLD, su principal rival político en los últimos 20 años.
También renunciaron José Sánchez, subsecretario de organización, presidente de la Subrregión del Nordeste y presidente en funciones del Comité Municipal de San Francisco de Macorís; Ángel Familia, subsecretario general nacional; Estiliano Sánchez Núñez, subsecretario nacional de los Frentes de Masas y miembro de la Comisión Política; Ramón Wilmore, subsecretario nacional de relaciones intrapartidarias y miembro de la Comisión Política y Robert Espaillat, presidente del Comité Municipal de Moca y miembro del Comité Ejecutivo Nacional.