Por Marcelo Peralta
prensaglobaldigital
Les hemos creído, creeremos, creemos y creeremos siempre en la palabra del presidente haitiano Michael Martelly.
Haití es un territorio agreste, invivible, inseguro e inestable política, económica y social.
Por las agresiones de haitianos, la cancillería dominicana cerró temporalmente cinco consulados para preservar y proteger a su personal.
Un grupo de haitiano incursiono a la sede del Consulado Dominicano quito del asta Bandera y colocaron la suya.
Esa indelicadeza es violatoria a la dip0lomacia y jamás se realiza en un país si no cuenta con el aval del gobierno de la sede.
Lo que hicieron esos haitianos es un “delito” penalizado, imperdonable que jamás debe repetirse.
De lo que estamos seguro es, que cuando se produjo esa acción, el personal diplomático dominicano vivió momentos de inseguridad.
Si hubiese sido esta acción cometida por dominicanos en Santo Doming0 contra un consulado haitiano: ¿Cómo hubiese reaccionado Haití y el resto del mundo?.
El presidente Michael Martelly juega al “gato y el ratón” con República Dominicana que la mantiene en la “mirilla” lista para fusionarlas.
Esto que ocurrió contra la Soberanía Nacional es una irresponsabilidad extrema del gobierno haitiano, y una actitud de un dictador, violador e irrespeto a nuestra Constitución.
El gobierno de Haití hace ese tipo de perversidad para distraer la situación de inseguridad, inestabilidad económica, política, social que la misma gestión de Martelly ha creado.
Si Martelly, un hombre con una historia no muy transparente que se enriquece a costa del pueblo.
Que sepa el pueblo haitiano que República Dominicana no tiene cultura de hacer ese tipo de acciones y mucho menos somos sus enemigos.
Martelly es un cívico, hipócrita, irresponsable, inseguro, mentiroso y enemigo de República Dominicana al decir que en este país se maltrata a los haitianos.
La población dominicano no debe confiar en Martelly ni en los haitianos.
Los dominicanos no somos enemigos, pero tampoco, vamos a permitir, ni soportar y mucho menos aceptar esa “falacia y vileza” de los haitianos.
Históricamente hemos sino solidarios, hospitalarios, y la muestra está que hemos sido los primeros en acudir cuando la desgracia ha tocado sus puertas.
Todas esas mentiras de Martelly deben ser desmontada por el gobierno dominicano.
La maraña orquestada por delincuentes de ahorca a un haitiano en un parque de recreación en Santiago es una “estratagema” del mismo gobierno de Haití para “meter” al medio a República Dominicana y desacreditarla a nivel internacional.
Este espectáculo ha generado que los organismos internacionales y el mismo Martelly costeen el viaje de venir a República Dominicana a investigar ese “chanchullo”.
¿Y la sangre de los dominicanos asesinados por los haitianos para robarle, no vale?.
Para la venidera semana, el Canciller dominicano arquitecto Andrés Navarro anuncia que reanudará las labores en los cinco consulados cerrados, tras reunirse con su homologo haitiano Pierre Duly Brutus.
Ojalá que retorne la tranquilidad, el sosiego, armonía para que el personal diplomático pueda trabajar con holgura y los familiares que dejan aquí vivan en absoluta tranquilidad.
Nuestros vecinos tienen que cambiar su manera de pensar y actuar contra los dominicanos, donde tantos beneficios reciben diariamente.