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sábado, 14 de marzo de 2015

El presidente de la Suprema Corte de Justicia exhorta a jueces a ser éticos

El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) dijo ayer que la corrupción tiene consecuencias imperdonables y que los gobiernos deben tener una lucha contra ella.Mariano Germán Mejía indicó que hay que tener autocontrol y desarrollar labores éticas porque esta última es un antídoto contra ella.



Mejía expresó que a la hora de hablar de la ética se tiene también que hablar de corrupción porque en materia de servicio público, el principal denominador común del acto antiético, se llama la corrupción.

“No hay cosa que a mí me moleste más, que yo ver a alguien cogiéndose lo ajeno. Porque cuando usted se coge lo de su Estado, le está privando de una gran mayoría de servicios públicos como la salud”, refirió Germán Mejía mientras impartía la charla sobre el Código de Comportamiento Ético a los jueces y juezas del Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo.

“La corrupción no se puede perdonar, porque es contraria a lo más elemental de sensibilidad social”, refirió.

“Cuanta gente no anda por ahí pidiendo, llegando ante uno, para que le gestionen la facilidad de que le paguen una operación. Porque el que roba cultiva la antisalud, cultiva la enfermedad, cultiva la antieducación, cultiva el antidesarrollo, entonces no se puede perdonar”, agregó.

“Entonces los Gobiernos tienen que tener lucha anticorrupción, tienen que tener autocontrol, tienen que desarrollar labores éticas porque la ética es un antídoto contra la corrupción”, puntualizó el presidente de la Suprema.

Refirió que se tiene que buscar instrumentos de control, unas veces externos y otras veces internos y otras veces el auto control a través de la difusión de los valores éticos para hacer frente a ese mal.

Durante su ponencia el también presidente del Consejo del Poder Judicial exhortó a los jueces a ganarse sus “chelitos…” trabajando.

“Si usted se puede ganar en su ejercicio profesional un dinerito, gáneselo trabajando y trabaje, pero si lo ponen como servidor público, no comience cogiendo lo ajeno, búsquese lo suyo”, les refirió.

Añadió que la principal lucha debe ser contra la corrupción para que cuando sus hijos y nietos obtengan sus herencias, sepan que fue trabajando porque de lo contrario, cuando crezcan, también robarán.

En el Poder Judicial la conducta tiene una importancia vital

Germán Mejía dijo que de todos los servidores públicos, la función más sagrada la tienen los jueces y juezas, que están obligados a ser éticos, ya que “el juez no debe olvidar que es un servidor público y que sus actos se deben a los demás”, porque en el Poder Judicial, la conducta ética tiene una importancia vital.

La actividad, desarrollada en el Auditorio del Poder Judicial, se enmarca dentro de la difusión de los valores y principios éticos, definidos en el Sistema de Integridad Institucional, y tiene como objetivo principal afianzar el conocimiento del Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial y dar a conocer la importancia de practicarlo.

El magistrado hizo referencia a los 26 valores que integran el citado código; conciencia funcional e institucional; credibilidad; cortesía; decoro; disciplina; diligencia; eficiencia, eficacia y efectividad; equidad; excelencia; honestidad; humildad e igualdad.

También, independencia; imparcialidad administrativa; imparcialidad judicial; integridad; lealtad; legalidad; motivación; prudencia; rendición de cuentas; responsabilidad; transparencia; uso efectivo de los recursos; secreto profesional y vocación de Servicio.

La charla fue organizada por la Dirección General de Administración y Carrera Judicial, en colaboración con la Escuela Nacional de la Judicatura.

Funciones de la ética y la base de la felicidad

Mariano Germán también explicó que la ética tiene una doble función: evita la corrupción en el servicio público e implica un compromiso y una participación del servidor en la solución de los problemas sociales.“Obteniendo riquezas o siendo rico, no es la felicidad, sino que la felicidad es poder sentir el amor de sus seres queridos y el aprecio de los demás en el día a día”.

Resaltó que las religiones y los sistemas políticos son “sumamente” importantes en la formación de la ética.

Germán dijo que “hablar de ética es hablar del hombre en sus diferentes manifestaciones y hablar de ética del juez es hablar del hombre servidor público especializado” pero ante todo un ser humano.

Dijo que el hombre vive en sociedad y percibe “si sus actos son buenos entonces se califican como éticos, pero si no son acordes con lo que se espera, se consideran malos.













Fuente: elcaribe.com.do