El estudiante, que aún permanece en estado de salud crítico, estaba buscando casa para casarse con su novia que está embarazada, antes de finalizar el año y sobre todo concluir el pénsum de su carrera en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el primer cuatrimestre de 2015, dijeron sus padres Francisco González e Isidora Gil.
“No entiendo la tragedia que pasó con mi hijo, no estamos demandando justicia, porque cada mañana nos levantamos y de inmediato salimos para el hospital, hasta las primeras horas de la noche esperando que los médicos nos digan la evolución del muchacho, porque no podemos estar con él”, dijo su padre mientras esperaba información de los médicos de la Unidad de Quemados, sentado en un banco.
Francis es un joven tranquilo, se esforzaba por superarse, trabaja desde las 8:30 de la mañana en La Sirena de la avenida Winston Churchill y a partir de las 4:00 de la tarde a 10:00 de la noche en la universidad, pero cuando llegaba a su residencia hacía tarea, dijo su madre con voz queda.
El estudiante González Gil resultó quemado mientras se transportaba en el Metro de Santo Domingo, el pasado 27 de octubre, cuando Franck Kelin Holguín lanzó un objeto incendiario en uno de los vagones.
El papá del joven dijo que en medio de la difícil situación que enfrenta la familia González, integrada por 12 hermanos de padre y madre, varias instituciones le han ofrecido ayuda, pero ha decidido no ofrecer ninguna información al respecto y consideró como buenas las atenciones de los médicos de la Unidad de Quemados. “Las atenciones son buenas y no tenemos ninguna queja al respecto”, dijo.
“Para nosotros por ahora lo que interesa es la salud de Francis para que se recupere y pueda volver a sus actividades normales en el trabajo y la universidad”, dijo su padre Francisco mientras esperaba el reporte que le suministra el hospital, encabezado por su director, el doctor Eddy Bruno Vizcaíno.
El señor Francisco dijo que a su debido tiempo demandarán sanción para el los responsables de la acción criminal
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