El avión transportaba a 295 pasajeros, cuando cayó en Torez, a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia. El área es una región con actividad militar donde las fuerzas del Gobierno de Ucrania están luchando con separatistas prorrusos.
Anton Gerashenko manifestó en su página de Facebook que el avión volaba a una altitud de 10.000 metros (33.000 pies) cuando fue alcanzado el jueves por un misil disparado por un lanzador Buk.
Periodistas de la agencia Associated Press vieron el jueves momentos antes un lanzamisiles similar cerca de la ciudad ucraniana oriental de Snizhne.
Por su parte, el primer ministro de Ucrania, Areseny Yatseniuk, ordenó una investigación sobre la “catástrofe aérea” en el este de Ucrania, declaró su portavoz Olga Lappo.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko, en tanto, sostuvo que ”no descartaba” que el avión de pasajeros malasio que cayó en el este del país ”haya sido derribado”.
“No descartamos que este avión (malasio) haya podido ser derribado y recalcamos que las fuerzas armadas ucranianas no han realizado disparos que hubiesen podido alcanzar objetivos en el aire”, expresó Poroshenko en un comunicado de la presidencia en el que también dio el pésame a las familias de las víctimas.
Por su parte, una fuente del ministerio de Defensa de Rusia descartó cualquier posibilidad de que el misil haya sido lanzado por fuerzas rusas. “No ha habido vuelos de aviones de combate ruso en el territorio de Rusia cerca de la frontera ruso-ucraniano, en particular, no ha habido vuelos en las zonas adyacentes a la región de Donetsk”, explicó a RIA Novosti.
La caída del avión se da en momentos de tensión entre Rusia y Ucrania, luego de las intervenciones del Kremlin en las ciudades prorrusas de Donetsk y Lugansk, que desataron los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y las rebeldes prorrusos.
A su vez, este jueves Kiev denunció a Moscú de haber derribado un avión de combate, versión negada por el Kremlin.