Sabemos que en teoría, debemos consumir un mínimo de 8 vasos de agua (de unas 8 onzas cada uno, casi 250 ml), lo cual representa 64 onzas (casi 2 litros). Aunque esto resulta fácil de recordar y de llevar a cabo, cada organismo tiene distintas necesidades de hidratación.
Sin embargo, muchos factores deben ser analizados antes de decidir cuánta agua debemos tomar, por ejemplo:
El ser una persona físicamente activa hace que necesites mayor cantidad de agua para reemplazar lo que pierdes mientras sudas. Es por ello, que consumir agua antes, durante y después del ejercicio es de gran beneficio.
Si eres una persona que viaja con frecuencia, es muy importante que consumas grandes cantidades de agua, ya que la despresurización del avión, puede deshidratarte de forma excesiva. Se estima que debes consumir un litro de agua por cada 4 horas de vuelo.
Para las madres que amamantan a sus hijos, el agua es fundamental, de su consumo depende la producción de leche y el mantenerse sana y libre de infecciones mientras lo haces. Se estima que debes consumir un vaso de agua por cada media hora que amamantas.
Y para hacer tu consumo de agua más sencillo, asegúrate de seguir los siguientes pasos:
·Consume un vaso de agua por cada vez que orines durante el día.
·Acompaña todas tus comidas con un vaso de agua.
· Lleva siempre en tu bolsa, una botella reciclada con agua.
·Añádele sabor al agua incorporando frutas en ella.
·Cuando sientas hambre, antes de consumir alimentos sólidos, tómate un vaso de agua. Por lo general, confundimos la deshidratación con hambre.
Y lo mas importante, recuerda que el agua es fundamental para el desarrollo apropiado de nuestro cuerpo, así que escucha sus necesidades y no lo prives de la sustancia más importante para la salud del mismo.
