Nueva York —Escuchamos que es mejor una halógena que una LED; que es preferible escoger una de luz blanca a una de luz amarilla para la cocina.
Son tantas las cosas que se dicen en torno a las bombillas que debemos escoger que, finalmente, terminamos mucho más confundidas y regresamos con las manos vacías a casa.
Para aclarar tus dudas, te explicamos cuáles son los focos que puedes encontrar en el mercado y cuáles son los mejores según tus necesidades.
- Incandescente: son los más comunes pero, desde el 2012, en Estados Unidos se están eliminando gradualmente y desde 2015 no se producirán más. Aunque los que existen en el mercado, se podrán comprar de todas maneras. Este tipo de foco ocupa sólo el 5% de la electricidad en iluminar y el resto se convierte en calor. Duran 1 año aproximadamente.
- Light Emitting Diode o LED: iluminan lo mismo que una incandescente pero usando mucho menos energía, pues son de un menor voltaje. Esto se traduce en un 80% de ahorro en un año. Por su sistema, no calientan el vidrio y son muy recomendadas para usar en el exterior –siempre que el empaque lo indique-. Estas bombillas son más caras que el resto pero tienen una durabilidad de hasta 20 años.
- Halógenas: utilizan el mismo sistema de los focos incandescentes pero gastando menos energía debido a su poco voltaje. Sin embargo, gran parte de esta energía también se convierte en calor. Es recomendable usarlos en lugares donde el foco no estará prendido mucho tiempo, como un baño o la despensa. Tienen una durabilidad de entre 2 y 4 años.
- Compact fluorescent lamp (CFL): también conocidas como bombillas de bajo consumo, utilizan la quinta parte de la potencia de un foco incandescente. Por ejemplo, una CFL de 15 watts ilumina lo mismo que una incandescente de 75 watts. Tienen una durabilidad aproximada de 9 años. Tienen un valor un poco más alto que las incandescentes pero siguen siendo más económicas que las LED.
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