Su encomiable labor en la lucha independentista y sus habilidades como estratega político, lo catalogaron como el segundo líder de la guerra dominicana contra la ocupación haitiana. Además fue quien tomó las riendas de la lucha tras la ausencia de Duarte, proclamando la Independencia en la Puerta del Conde, el 27 de febrero de 1844.
A sus 27 años, Francisco del Rosario Sánchez se convirtió en héroe y en uno de los hombres más importante para el país. Su hazaña logró que la sociedad dominicana pasara de ser esclavizada por más de dos décadas, a convertirse en libre y soberana de toda potencia extranjera.
Pero su lucha no termina ahí, sino que tan pronto se enteró de las intenciones de Pedro Santana de anexar la isla a España en 1861, se incorporó al movimiento restaurador logrando la victoria y evitando así que otra vez su nación fuera maltratada y tratada como esclava, aunque fuera exiliado en varias ocasiones.
A este primogénito de once hermanos, hijo de los señores Narciso Sánchez Ramona y Olaya del Rosario, nunca le tembló el pulso cuando se trataba de defender con sangre y fuego la tierra que amaba, sin importar que dejara en el camino su bien más preciado, la vida.
Por estas y muchas razones, Francisco del Rosario Sánchez es considerado uno de los Padres de la Patria, segundo hombre más importante en la historia dominicana y merecedor de todos los honores que puedan existir, así como del respeto y agradecimiento de sus compatriotas que hoy por hoy disfrutan la alegría de vivir en un país libre, independiente y armonioso.
A una sola voz, los dominicanos nos unimos para decirle a Francisco del Rosario Sánchez, gracias por tu valor, dedicación y entrega.
¡Qué viva la Patria!
