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domingo, 16 de marzo de 2014

Las proteínas pueden ser buenas o malas según la edad


¿Cuánta proteína se debe comer? Es una pregunta que durante mucho tiempo ha causado controversia. La última respuesta de la ciencia: todo depende de la edad.

Un estudio publicado en la revista Cell Metabolism y hecho en 6.318 hombres, sugiere que las personas de mediana edad no deberían consumir altos niveles de proteína, particularmente la animal, pues cuadruplica el riesgo de morir de cáncer.


Sin embargo, si la persona en cuestión tiene más de 65 años, entonces una dieta rica en carne y productos derivados de animales puede ayudar a extender la vida.

"Existe una idea equivocada de que porque todos comemos, es fácil entender la nutrición", señala Valter Longo, uno de los autores de la investigación. "Pero la cuestión no es si ciertas dietas te hacen bien por unos días, sino si te pueden ayudar a llegar a los 100 años".

En la investigación que duró 18 años, los hombres que tuvieron una mayor ingesta de proteína no sólo tenían más riesgo de morir de cáncer, sino también de diabetes, que aquellos con las dietas más bajas en proteína.

Pero al cruzar la frontera de los 65 años, entonces aquellos con alta ingesta de proteína eran 60% menos propensos a morir de cáncer que aquellos con una dieta baja en producto animal.

Hormona IGF-I

La razón, según los expertos, puede estar en una proteína que controla la hormona de crecimiento IGF-I, que ayuda a crecer al cuerpo, pero que también se ha vinculado con la susceptibilidad al cáncer.
"La hormona es importante en el desarrollo temprano y en el crecimiento de los huesos, pero si tienes mucho de esta hormona de crecimiento, entonces puede promocionar el crecimiento de células cancerígenas", le explica a la BBC el nutricionista Tom Sanders, profesor de la Escuela de Medicina de la King's College de Londres.

Los niveles de esta hormona caen precipitosamente después de los 65 años, lo que origina una posible debilidad y pérdida de la masa muscular.

De acuerdo con el estudio, los hombres de mediana edad que llevaban una dieta moderada en proteínas eran menos susceptibles a enfermedades.

"Esta investigación demuestra que una dieta baja en proteína a mediana edad es útil para prevenir cáncer en particular y la mortalidad en general", señaló la co autora del estudio Eileen Crimmins, de la Universidad del Sur de California.

La experta sugiere que de esta forma el individuo puede regular la hormona IGF-I y "posiblemente" los niveles de insulina.

"No obstante, también proponemos que en edades avanzadas, puede ser importante evitar dietas bajas en proteínas a fin de mantener un peso saludable y protegerse de la debilidad", agregó.

Sin embargo, Sanders considera que el estudio no explica si cuando se reduce la ingesta animal, también bajan los niveles de esta hormona de crecimiento.

Proteína vegetal

Un aspecto importante del estudio fue la proteína vegetal. Los investigadores descubrieron que este tipo de proteínas -que se puede encontrar en granos- no tienen los mismos efectos de mortalidad que la animal.

Los índices de cáncer y mortalidad tampoco parecieron verse afectados por el control del consumo de carbohidratos o grasa, lo que sugiere que la proteína animal es el principal culpable.

Aunque los especialistas aclararon que tampoco es bueno eliminar la proteína de la dieta.
"Puedes pasar a estar desnutrido muy rápidamente", advirtió Longo.

"El consejo por ahora es: vigila tu peso, probablemente una dieta alta en proteína no es una buena idea, mejor es comer una dieta balanceada", dice el experto británico, quien también desaconseja las dietas altas en proteína como la Atkins.

"Estas tienden a ser poco balanceadas, debido a que son bajas en frutas y vegetales y no tienen fibra cereal".

Los resultados de este estudio contribuyen con las recomendaciones de varias agencias sanitarias que recomiendan consumir 0,8 gramos de proteína al día por kilo de peso corporal a mediana edad.
Por ejemplo, su una persona pesa 60 kilos, entonces debe comer entre 45 y 50gr de proteína al día. Preferiblemente -según Longo-de las vegetales, como las legumbres.