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lunes, 10 de marzo de 2014

Canelo da nocaut técnico al “Perro” en la madrugada

Las Vegas.- Saúl Álvarez borró del mapa con su boxeo al 'Perro' Angulo y tuvo un reencuentro glorioso ante 14 mil aficionados en e MGM Grand de Las Vegas que le ayudó a dejar atrás, con una magistral actuación, la derrota de septiembre pasado ante Floyd Mayweather.


Pese a lo que muchos esperaban, Canelo (43-1-1, 31 KO) se le plantó a Angulo, se le fajó y se lo dejó llegar, lo boxeó e hizo ver mal hasta que el réferi Tony Weeks paró la pelea a los 47 segundos del décimo asalto tras uno más de los muchos upers que conectó a la quijada de Angulo (22-4, 18 KO) en la noche.

Al término de la pelea, la gente recriminó al réferi el resultado y abucheó mientras Canelo daba declaraciones.

"Estaba haciendo mi trabajo, yo podía pelear otros rounds, el réferi paró la pelea, él es la ley arriba del ring y qué se puede hacer", expuso el tapatío. "Yo no tengo la culpa, estoy contento con el trabajo que hice, era muy importante regresar así", añadió.

Pero las esperanzas de Alfredo en realidad fueron pocas desde el primero y hasta el momento de la detención. Mostró corazón pero no tuvo las virtudes para corresponder al arsenal de velocidad y repertorio que demostró Álvarez para tratar de hacer olvidar esa caída en septiembre, aunque al final a la gente no le gustó cómo se acabó un duelo que Saúl había dominado en todos los aspectos.

ASÍ LO VIMOS

Para evitar dudas, Canelo arrancó de forma sensacional la pelea. Dos bombazos hicieron tambalear a Angulo que se quedó estupefacto ante la precisión de su rival. Concierto de golpes del tapatío para emocionar al público que le festejó a lo grande mientras Angulo recibió y recibió.

Y pese a lo que muchos pensaban, Saúl no salió a correr, se plantó y le hizo la pelea que Angulo esperaba para tener posibilidades pero fue mejor siempre, con la izquierda de jab y de gancho, la derecha cruzada y de volado. Era un festival de golpes del tapatío que toleraba apenas el de Mexicali, ya lastimado en el segundo.

Un uper de derecha de Canelo provocó el grito ensordecedor del respetable al iniciar el tercero en el que continuó siendo mejor, se fajó, se dejó llegar al rival y lo dominó y hasta recibió poco, pero a Alfredo le faltó velocidad para responder y cerca estuvo de visitar la lona una, dos y hasta tres veces tras apenas nueve minutos de pelea y castigo de parte de Álvarez.

Con el amplio control del pleito. Canelo dio espectáculo, lo recibió y con un paso atrás o una lateral lo dejó a su merced para castigar al 'Perro', que fue al frente con mucho corazón pero pocas virtudes y no competía de igual a igual ante el arsenal del jalisciense.

Y se vino entonces el momento de hacer que Angulo se comiera las fintas, y se las comió. El jab lo cambió por gancho y la derecha al cuerpo la envió a la quijada. Pero Angulo no dio un paso atrás pese a que no tuvo armas para competir ante las combinaciones del amo y señor del combate tras cinco capítulos.

Para cerrar la primera mitad del duelo Canelo golpeó al cuerpo y obligó a que un Angulo inoperante pensara más en defenderse que en atacar, y cuando lo hacía, no estaba listo para hacer daño. Lo estaba vacunando y ni avisos de un golpe perdido del 'Perro'.

Salió Angulo al séptimo a tratar de recuperar terreno, pero en vez de tirar con todo pareció marcar apenas sus golpes y los más fuertes los dejó en los guantes de Canelo que dominó de nuevo el asalto con su jab, pasos laterales, contragolpes precisos.

Y para complacer a su gente, Álvarez le dio vida al de Mexicali en el octavo, se lo dejó llegar, le permitió conectarlo, le bajó los brazos provocándolo, incitándolo, pero sólo fue para seguir bordando su obra maestra, le metió duro los puños y cerca estuvo de mandarlo a la lona tras haber comprobado también la pegada del ex olímpico para irse bailando a su esquina.

Ya en el noveno una izquierda lanzada desde la cintura impactó fuerte el rostro de Angulo que resintió el castigo y pero no se quiso morir de nada. Fue entonces que Canelo brilló aún más, pues lo invitó a encontrarse y lo llevó a la escuela, lo atacó y se defendió muy bien. No había margen de sorpresa.

Y para el décimo, simplemente llegó el esperado desenlace. Tony Weeks detuvo la pelea tras un uper de izquierda enorme de Canelo y pese a su enojo, fue lo mejor porque simplemente hubo entrega, pero sin dientes afilados para responder el boxeo de un peleador como Canelo que se reencontró con su público.