SANTO DOMINGO. Un calendario más exigente, y el regreso de Cuba han devuelto interés a la Serie del Caribe, que se juega en Venezuela, pero el clásico sigue perdiendo atracción para figuras establecidas o con proyección ligamayorista.
Apenas el 8% de los jugadores que ven acción en el torneo que se juega en Isla Margarita está protegido en roster de 40 hombres para los campos de entrenamientos que abren la próxima semana en Florida y Arizona. Es decir, sólo 12 de 140 peloteros inscritos en el torneo regional están en el radar con perspectivas inmediata, a corto o media plazo en las Grandes Ligas.
Atrás quedaron los años en que el certamen era animado con figuras como Miguel Cabrera, Iván Rodríguez, Magglio Ordóñez o Miguel Tejada.
Con cinco hombres, la novena dominicana es la que cuenta con el mayor número de protegidos; Ángel Castro (San Luis), Pedro Figueroa (Texas), Leury García (White Sox), Francisco Peguero (Baltimore) y Juan Carlos Pérez (Gigantes).
Venezuela tiene cuatro hombres; Jean Machi (Gigantes), Robinson Chirino (Texas), Alberto Callaspo (Oakland) y Eduardo Escobar (Minnesota). Le sigue Puerto Rico con tres; Martín Maldonado (Milwaukee), Kenny Vargas (Minnesota) y Jordan Lennerton (Detroit).
Ni México ni Cuba tienen "40 man" como se conoce a la élite que consigue tal distinción.
En la serie hay 44 peloteros que pertenecen a las organizaciones de las Grandes Ligas, lo mismo que el 31%. Es decir, además de los 12 protegidos hay 32 que tienen contratos de ligas menores.
Las restricciones que imponen los equipos de Major League Baseball a figuras por las que cada vez pagan más dinero para jugar en las ligas otoño-invernales reducen el espacio para que el torneo caribeño cuente con atractivos que se corresponda con el nivel que cuenta la región.
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