En República Dominicana se estima que el 10 por ciento de los medicamentos que se comercializan son falsificados, práctica que se inició con analgésicos para la gripe y que ya ha alcanzado hasta los productos para contrarrestar el cáncer y el HIV, para elaboración de los cuales se utiliza aserrín, talco y hasta cemento y pintura.
La denuncia la hizo el vicepresidente de la Unión de Farmacias, Julio Curiel de Moya en el programa “Enfoque Matinal”.
Manifestó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los medicamentos falsificados representan aproximadamente un 25% del mercado mundial, pero que su incidencia principal está en los países en subdesarrollo.
Aseguró que en Santo Domingo y Santiago es donde más se comercializan productos falsificados y recomendó a la población adquirir sus medicamentos en farmacias certificadas lo que le garantizará, aunque no en un 100%, que pueden tener un medicamento auténtico.
Mientras que Rafael Mena, presidente de la Asociación Nacional de Clínicas Privadas, consideró que el problema básico está en las personas o laboratorios que importan esos productos ya que como según apuntó, el país no produce medicamentos.