¿Quién hubiera pensado que la estatura tiene algo que ver con el cáncer? Un estudio reciente habla de la relación de la estatura y el cáncer, en detalle, en que el riesgo de desarrollar cáncer aumenta en las mujeres altas, específicamente, después de la menopausia.
Nadie escoge ser alto o bajito, rubio o moreno. La lotería de los genes de nuestros padres son los que determinan nuestra apariencia. Pero más allá de lo que se ve, puede que ciertos rasgos favorezcan el desarrollo de ciertas enfermedades. Este el caso de la estatura alta en las mujeres, que según un estudio nuevo, pueden tener más propensión a desarrollar cáncer luego de la menopausia.
De acuerdo a un estudio recientemente publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, y realizado por unos especialistas del Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York, en Estados Unidos, por cada 10 centímetros o 4 pulgadas más de estatura, el riesgo entre las mujeres mayores de sufrir 19 tipos de cáncer, aumenta en un 13 por ciento.
En concreto los tipos de cáncer que aumentan con la estatura son el cáncer de mama, el cáncer del colon, el cáncer del endometrio, el cáncer del riñón, el cáncer del ovario, el cáncer del recto y el cáncer de la tiroides. Además, también varias formas de melanoma y de mieloma están relacionadas con la estatura alta.
Para llegar a estas conclusiones los autores analizaron los datos recolectados por un estudio en el que habían participado cerca de 145,000 mujeres entre los 50 y 70 años de edad en el momento que fueron reclutadas para dicha investigación, en los años 90. Se centraron en analizar a cerca de 21,000 mujeres postmenopáusicas que habían desarrollado alguna forma de cáncer durante los 12 años siguientes.
Luego de analizar la edad, el estilo de vida (consumo de alcohol y tabaco), la educación, el peso, el índice de masa corporal (IMC) y sí se habían sometido o no a terapia de reemplazo hormonal, los autores del estudio concluyeron que ser más alta se asocia con un mayor riesgo de cáncer.
Sin embargo, aclaran que si bien se relaciona, la altura no es la causa. Este estudio sugiere que hay una relación en la genética y el cáncer. Aún es demasiado preliminar y amplio para poder usarlo de manera práctica, pero es importante porque se puede llegar a entender desde otro punto de vista la propensión al cáncer. En este aspecto, algunos expertos consideran que “quizás las personas altas tienen más células”.